sábado, 5 de marzo de 2011

Adicciones no, Sí a Dios Jehová y Jesucristo

Libertad de adicciones y la Biblia



¿Qué son las Adicciones?

Adicción
Estado en el que se necesita algo concreto para estar bien, y cuando no se puede conseguir se produce malestar.

Definición de la Secretaría de Salud, México: “Es la necesidad que desarrolla un organismo de una situación, un objeto, o de consumir una sustancia para experimentar sus efectos y de cuya presencia física depende para seguir funcionando.”

El latín addictus también significa “esclavo”
Toda adicción es una necesidad a consumir con el fin último de sentirse bien.

El consumo puede ser de una sustancia química como por ejemplo las drogas o un comportamiento que alivie la tensión y desencadene, en cualquiera de ambos casos, una sensación de bienestar.

La adicción y sus consecuencias son los problemas sociales y de salud más graves que enfrenta nuestra sociedad en el presente.

Consecuencias:
• Desintegración familiar
• Violencia e inseguridad
• Enfermedades cardiovasculares
• Enfermedades respiratorias como el efisema
• Muchas formas de cáncer
• SIDA

Tipos de adicciones

Las adicciones pueden ser de varios tipos:

A sustancias químicas

A comportamientos específicos


Piensa en algunos ejemplos...

Nicotina (Tabaco)

Alcohol

Medicamentos

Juegos de azar

Comida

Deportes

Adrenalina

Pornografía

Telenovelas

Un investigador (no cristiano) sobre adicciones dice:

“El adicto es como un buscador, pero desorientado. Es una persona en procura del placer, incluso de cierta experiencia trascendental... Pero el adicto busca en los lugares equivocados...”

“Al menos en el comienzo, espera vivir algo maravilloso, algo que trascienda una realidad cotidiana insatisfactoria y hasta insoportable.”

La adicción comienza por buscar algo bueno en el lugar equivocado. La adicción no es más que un sustituto muy degradado de una verdadera experiencia del gozo.





Fil. 4:4 “4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”

Mt. 4:4 “Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”

Significa que tenemos otras necesidades en la vida, además de la satisfacción de las estrictamente materiales.

La satisfacción espiritual se presenta como una necesidad fundamental en la vida comparable a la de alimentos. Es el“alimento para el alma”.
El estado de nuestra vida espiritual tiene influencia directa en el funcionamiento de nuestro cuerpo, incluyendo el metabolismo, la digestión, la respiración y todas las demás actividades fisiológicas.
Sin embargo, a menudo ignoramos o interpretamos equivocadamente nuestras necesidades espirituales.
En vez de los valores espirituales, nuestra orientación materialista ha tenido importantes consecuencias íntimamente relacionadas con la persistencia de las conductas adictivas en la sociedad moderna.

Han descubierto una amplia variedad de actividades hiperestimulantes y un número también amplio de sustitutos que adormecen la sensibilidad de “lo verdadero”.

Todos sentimos el efecto de este vacío espiritual, y podemos responder de diversas maneras.

A menudo las respuestas ante los anhelos espirituales adoptan formas materiales.

Las respuestas materiales esenciales a una necesidad espiritual suelen proveerlas los vicios como el alcohol, las drogas.

1 Cor.2:12-13 “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.”

Ejemplo: El dinero es un motivo externo, y la felicidad un resultado interno.

La dicha, por el contrario, podría definirse como felicidad sin motivo.

La dicha o el gozo es un estado interno preexistente que define la manera que percibimos el mundo.

La dicha es una causa, mientras que la felicidad es un efecto.

1 Tes 1:6 “Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo...”

Las personas procuran evitar el dolor y sentir placer, y buscarán sentirlo en cualquier forma que les parezca accesible.

Si hemos perdido el contacto con nuestras fuentes internas de dicha, si la felicidad que se origina fuera de nosotros es la única que conocemos.







Hechos 13:52 “Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.”

Cada vez que ejecutamos una acción sigue existiendo en nuestras mentes, y también en nuestros cuerpos.

Existe como un recuerdo catalogado según un dolor o placer de determinada intensidad.

Si el porcentaje de dolor es lo bastante alto, haremos todo lo posible por no repetir la acción.

Pero si nos proporciona gran placer pondremos el mismo esfuerzo para realizar una vez más esa acción.

Si el recuerdo de una acción es placentero, engendrará el deseo de ejecutar una nueva acción, tan disfrutable como la original. Quizá la nueva acción no haga más que duplicar la anterior, o tal vez trate de obtener aún mayor placer.

Cuando esto se repite se eleva el grado de “tolerancia” y cada vez se requiere más placer.

Se cae en un estado de DEPENDENCIA

- El “instrumento” que nos causa el estado de placer, llega a controlarnos

1 Cor. 6:12 “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.”

No se pierdan la próxima clase: Alcoholismo...


Dios les ama, búsquenle. dejen al mundo y su vanidad. lean el libro de santiago en la Biblia

Libertad de adicciones



Elige bien, no pierdas tu libertad

La adicción a cualquier sustancia, persona o actividad, termina con la libertad y afecta mucho la calidad de vida de quien la padece y de las personas que la rodean

Las adicciones a diversas sustancias o actividades cotidianas se han convertido en un grave problema de salud pública por los problemas de salud física, mental y social que acarrean, por lo que están consideradas como enfermedades.

La adicción es una conducta compulsiva, es el deseo y la necesidad incontrolable hacia ciertas sustancias, personas o actividades, que impide disfrutar de cualquier otra cosa en la vida, se convierte en una obsesión y en un problema de salud muy grave por las implicaciones personales, familiares, sociales, escolares o laborales y políticas, que de manera determinante quedan involucradas en el problema.

Una adicción impide disfrutar de cualquier otra cosa en la vida y afecta totalmente la libertad de las personas, porque lo único que el adicto desea, es satisfacer una necesidad, que cada vez es mayor e incontrolable y para lograrlo es capaz de todo, aunque lo que haga, vaya en contra de sus principios, valores y deseos reales.

Existen diferentes tipos de adicción: al uso y consumo de sustancias tóxicas que además de generar graves daños a la salud, originan dependencia y tolerancia en el individuo; También pueden desarrollarse adicciones hacia algunas personas y se reflejan en una dependencia absoluta, celos, violencia, venganzas o acosos sexuales. Otro tipo de adicciones se desarrollan con relación a las actividades cotidianas como el trabajo, el juego, las apuestas, el exceso de ejercicio, la alimentación o al sexo. entre otras.

Lo grave del problema, es que cualquier adicción genera problemas mentales, físicos y sociales y afectan a todo tipo de personas sin importar su edad, sexo, condición social y económica, religión o raza y no solo daña a los consumidores de forma directa e inmediata, sino de manera indirecta, a todas las personas que conviven y rodean a los adictos.

Con relación al uso y consumo de sustancias tóxicas, el problema es muy grave, dado que la edad de inicio, ha disminuido paulatinamente de forma alarmante, afectando cada vez más a la población infantil y adolescente, los que más fácilmente desarrollan las adicciones.

Otro problema grave, es que los efectos de las drogas son diferentes en cada persona y muchos se confían, hay algunas en que los efectos son inmediatos o más peligrosos.

Muchas de las drogas son ilícitas, lo que genera también problemas legales y aún otro tipo de drogas cuyo consumo es legal, cuentan ahora con reglamentos claros, porque su efectos pueden además de perjudicar la salud del consumidor, poner en riego también la vida de las personas que los rodean o conviven con ellos. Entre estos están el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas.

Algunas de ellas, tienen un gran impacto negativo en la convivencia, seguridad, política y economía, tanto de las familias, como de los países.

El caso es que cualquier tipo de adicción, es muy destructiva para la persona que la sufre, ya que no le permite llevar una vida equilibrada, ni física ni emocionalmente.

Conocer que son las adicciones, cuáles son sustancias adictivas y cuáles sus efectos en la salud es importante para aprender a cuidarnos y comprender que ante una adicción, lo mejor es no empezar, porque todos tenemos la capacidad de tener el control de nuestra vida y nuestra salud.

Elige estar bien contigo, evitando las drogas o las situaciones y personas que no te permitan vivir con libertad

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Rohypnol, la droga de las violaciones
GHB, un trago mortal
Cigarros light, tan malos como los normales

jueves, 3 de marzo de 2011

El amor de Dios

Dios ama

Juan 3:16


1 Juan 4:1-21

el pecado

Pecado (latín peccātum) es la transgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno.


Origen conceptual del pecadoPara los griegos pecado se decía hamartia: ‘fallo de la meta, no dar en el blanco’. Aludía al concepto de vivir al margen de lo esencial debido a una actitud errónea no consciente. Antes que los griegos y con anterioridad al arameo el término pecado tenía el significado de ‘olvido’. Olvido de algo que estaba presente, "olvido" como dejar a un lado. No tener presente a algo o alguien que en ese momento, por diversas razones, se lo dejaba a un costado.

El concepto religioso aún vigente de pecado como ‘delito moral’ alude a la trasgresión voluntaria de normas o preceptos religiosos. Dado que existen innumerables normas de este tipo, existen innúmeros pecados, a los cuales se les asigna mayor, menor o ningún castigo según las distintas creencias.

En los estados confesionales, que tienen una "religión oficial", puede estar penado con la privación de libertad, e incluso de la vida -, y en entornos culturalmente pobres, aun en sociedades modernas, se suelen achacar los problemas o accidentes físicos a la comisión de pecados.

Pecado según el cristianismoLa tradición judeocristiana, cuya fuente fundamental es la Biblia, ha entendido el pecado, en términos generales, como el alejamiento del hombre de la voluntad de Dios. De acuerdo al Tanaj o Antiguo Testamento, esta voluntad está representada por la Ley, preceptos y estatutos dados por Dios al pueblo de Israel, y registrados en los libros sagrados.

De acuerdo con el Nuevo Testamento, la naturaleza pecaminosa del hombre no se puede superar con el esfuerzo de seguir la Ley de Dios, por lo tanto, sólo mediante la fe en Jesucristo, y un renacer espiritual, puede vencerse esta naturaleza, y por ende, dejar de pecar.

Las distintas corrientes del cristianismo han elaborado de distinta forma la doctrina que sustenta esta concepción del hombre en lucha permanente contra el pecado, como naturaleza propia, y la victoria sobre él.
Definición de pecado y su subdivisiónLa Biblia[1] define y se refiere a las diferentes clase de pecados:

El pecado en general, consiste en una transgresión libre y deliberada de la Ley de Dios. Por leve que sea, es pecado cualquier desviación de los mandatos divinos. La naturaleza esencial del pecado es la rebelión contra Dios, y es pecaminoso cualquier acto en el cual la voluntad humana se opone a la voluntad divina conocida por la conciencia. El pecado, con excepción del pecado original, se llama pecado actual y se divide en pecado venial y pecado mortal de acuerdo a la gravedad de la transgresión y con el grado de voluntad y deliberación.

Los pecados en contra de la sociedad, que claman venganza al cielo, son: el asesinato, la sodomía, oprimir viudas y huérfanos, y el defraudar de su jornal al trabajador. Los pecados capitales, son la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza.

Pecado según la Iglesia Católica
La Caída del Hombre (1592) por Cornelis van Haarlem;
El Pecado original, la expulsión de Adán y Eva para el judaísmo y el cristianismo.El significado que primitivamente la Iglesia católica tomó para sí es el de pecado como un "olvido" o "dejar de lado". No es posible incorporar este concepto de pecado, con lo que más tarde se tomó como igual a una ofensa a Dios. Haciendo referencia a este concepto de olvido, es más probable que el pecado que se comete sea el de la soberbia (principio de todo pecado), donde la persona en cuestión se olvida de Dios en sus acciones. Lo deja a un costado y actúa de manera individual, por sí mismo, sin tener en cuenta que Dios todo lo rige, y que el hombre es un propio instrumento de su Divina Voluntad, quedando por supuesto, a su propio libre albedrío, el seguir su Voz, o no. El concepto de ofensa a Dios, es difícil de incorporar, por razones de practicidad intelectual. Es difícil ofender a alguien que uno no conoce, a un desconocido. El que quisiese ofender a Dios, es porque carece de su conocimiento, por lo tanto, sería muy soberbio (de igual forma) de su parte, el intentar ofenderlo.

De acuerdo a lo señalado en el Catecismo católico, el pecado es "una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como ‘una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna’ (S. Agustín, Faust. 22, 27; S. Tomás de A., s. th., 1-2, 71, 6) )" [2]

El pecado se considera "una ofensa a Dios: ‘Contra ti, contra ti sólo he pecado, lo malo a tus ojos cometí’ (Salmos 51:6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de El nuestros corazones. Como el primer pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse ‘como dioses’, pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Gen 3:5). El pecado es así ‘amor de sí hasta el desprecio de Dios’ (S. Agustín, civ, 1, 14, 28). Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación (cf Flp 2, 6-9)" [3]

No obstante ello, se asume que en la Pasión, la misericordia de Cristo vence al pecado. "En ella, es donde éste manifiesta mejor su violencia y su multiplicidad: incredulidad, rechazo y burlas por parte de los jefes y del pueblo, debilidad de Pilato y crueldad de los soldados, traición de Judas tan dura a Jesús, negaciones de Pedro y abandono de los discípulos. Sin embargo, en la hora misma de las tinieblas y del príncipe de este mundo (Juan 14:30), el sacrificio de Cristo se convierte secretamente en la fuente de la que brotará inagotable el perdón de nuestros pecados". [4]

[editar] El pecado imperdonableEl pecado imperdonable es aquel que, según la Biblia, se comete en contra del Espíritu Santo.

Por eso, os digo, todo pecado y toda blasfemia será perdonada a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo, no será perdonada. Y si alguno habla contra el Hijo del Hombre, esto le será perdonado; pero al que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado ni en este siglo ni en el venidero.

(Mateo 12:31-32)
De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamas perdón, sino que es reo de juicio eterno.

(Marcos 3:28-29)
A cualquiera que hable mal contra el Hijo del Hombre, le será perdonado, pero a quien blasfemare contra el Santo Espíritu, no le será perdonado.

(Lucas 12:10)
Cabe especificar, que el pecado imperdonable, es aquel que hicieron los fariseos al Espiritu Santo. La blasfemia contra el Espiritu Santo (pecado imperdonable: Los Fariseos clamaban que el Señor estaba poseído por el demonio “Beelzebú” (Mateo 12:24) Ahora, notemos que en Marcos 3:29-30, Jesús es muy específico acerca de lo que ellos cometieron exactamente: “la blasfemia contra el Espíritu Santo”.

Pecado socialSi bien todo pecado es personal, porque es un acto de libertad de un hombre en particular, y no propiamente de un grupo o comunidad, es al mismo tiempo social: "en virtud de una solidaridad humana tan misteriosa e imperceptible como real y concreta, el pecado de cada uno repercute en cierta manera en los demás." [5] Por ello mismo la Iglesia, cuando habla de situaciones de pecado o denuncia como pecados sociales determinadas situaciones o comportamientos colectivos de grupos sociales más o menos amplios, o hasta de enteras naciones y bloques de naciones, sabe y proclama que estos casos de pecado social son el fruto, la acumulación y la concentración de muchos pecados personales. Las verdaderas responsabilidades son de las personas» [6] .

Algunos pecados, en particular, constituyen por su objeto mismo una agresión directa al prójimo. Estos pecados se califican como pecados sociales. "Así se considera como social todo pecado cometido contra la justicia en las relaciones entre persona y persona, entre la persona y la comunidad, y entre la comunidad y la persona. Es social todo pecado contra los derechos de la persona humana, comenzando por el derecho a la vida, o contra la integridad física de alguien; todo pecado contra la libertad de los demás, especialmente contra la libertad de creer en Dios y adorarlo; todo pecado contra la dignidad y el honor del prójimo. Es social todo pecado contra el bien común y contra sus exigencias, en toda la amplia esfera de los derechos y deberes de los ciudadanos. En fin, es social el pecado que se refiere a las relaciones entre las distintas comunidades humanas." [7]

El 10 de marzo de 2008, el regente del Tribunal de la Penitenciaría Apostólica del Vaticano, Cardenal Gianfranco Girotti, presentó la siguiente lista, que ha sido divulgada ampliamente por los medios de comunicación, con la denominación de pecados sociales o nuevos pecados capitales:[8]

No realizarás manipulaciones genéticas. No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones. No contaminarás el medio ambiente. No provocarás injusticia social. No causarás pobreza. No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común. Y no consumirás drogas.
Estos son los nuevos pecados capitales, según publicaba este fin de semana el 'Osservatore Romano', periódico oficial de la Santa Sede. La lujuria, la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia, los tradicionales siete pecados capitales enumerados por el Papa Gregorio I hace 1.500 años y recogidos después por Dante Alighieri en 'La Divina Comedia', se habían quedado obsoletos para el mundo globalizado de hoy.

Así que el Vaticano ha decidido modernizar la lista exhibiendo una atención especial hacia los llamados pecados sociales, aquellos cuya comisión va en contra de la Justicia en las relaciones entre persona y persona, entre la persona y la comunidad, y entre la comunidad y la persona.

El resultado son siete nuevos pecados capitales, que condenan como ofensas a Dios acciones tales como no reciclar la basura, enriquecerse a costa de los demás o algunas investigaciones científicas con implicaciones bioéticas.

yaskari encarnacion a ella la amo